Célébrer l'anniversaire de Laudato Si.


Escrito por: Julia Jahzeel Henríquez Santos. Animadora Laudato Si, Capitulo Laudato Si Honduras.
Palabras clave: Conversión ecológica, Laudato Si’, Papa Francisco, Animadores Laudato Sí, Juventud.
 
¡Paz y bien! Soy Julia Henríquez, animadora Laudato Si en Honduras. Me identifico con la espiritualidad Franciscana. Tengo 24 años, soy ingeniera civil de profesión y trabajo con proyectos que promueven el Desarrollo Sostenible y el Cambio Climático. 

Crecí en el municipio Dulce Nombre de Culmi, Olancho, Honduras. Culmi, un municipio con 3,057 km² siendo el tercer más grande de Honduras, municipio del departamento de Olancho situado en la zona de amortiguamiento de la Reserva de Biósfera de Río Plátano (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en el año 1981), lastimosamente en este municipio se identifican preocupantes problemas ambientales a nivel de país, por su alto nivel de tráfico de madera, deforestación, ganadería y la minería, no obstante, el silencio de la población a mantener bajo sigilo este tema ha residido por muchísimos años. Uno de mis mayores recuerdos de niña es ver desde entonces, incontables camiones trasladando madera hacia otros lugares fuera del municipio. Hasta el momento, esta práctica de tráfico de madera aún es vigente. Nadie ha expresado su sentir, a excepción de la iglesia católica; siempre ha alzado la voz en referencia a la masacre ambiental suscitada en el municipio.
 
A partir del año 2017 me integré a Pastoral Juvenil, espacio eclesial que me permitió crecer en fe y en la espiritualidad franciscana. Los frailes con los que compartía en la parroquia contribuyeron a despertar en mi el amor por la naturaleza y en general todos los seres vivos. Fue en este espacio pastoral donde se infundió mucho la concientización a todos los jóvenes que pertenecíamos a Pastoral Juvenil. Desarrollábamos muchas actividades que promovían el cuidado de la casa común desde involucrarnos a limpieza de las principales calles del municipio hasta pequeños talleres sobre como: reutilizar el plástico, llevar Laudato Si a la vida, entre otros. Lo sujetábamos desde nuestro padre Seráfico San Francisco de Asís y sus importantes enseñanzas en relación con la creación de Dios, asimismo de la encíclica Laudato Si. Usualmente moderaba estas reuniones y aunque no era una experta en el área me encantaba mucho aprender para enseñarles a los demás.
 



En 2020 tuve la oportunidad de integrarme a Justicia Paz e Integridad de la Creación (JPIC), cuyo espacio eclesial se caracteriza por vivir la alegría Franciscana y la libertad entre los menores. JPIC sin duda, a nivel personal me permitió obtener nuevos aprendizajes entorno a la encíclica Laudato Si, así como otras destrezas de habilidades blandas como liderazgo, trabajo en equipo y otras. Hubo espacio de participación en programas de radio cada sábado hablando sobre la Encíclica y también en talleres impartidos a colegios sobre concientización ambiental. 

En 2020 tuve la oportunidad de integrarme a Justicia Paz e Integridad de la Creación (JPIC), cuyo espacio eclesial se caracteriza por vivir la alegría Franciscana y la libertad entre los menores. JPIC sin duda, a nivel personal me permitió obtener nuevos aprendizajes entorno a la encíclica Laudato Si, así como otras destrezas de habilidades blandas como liderazgo, trabajo en equipo y otras. Hubo espacio de participación en programas de radio cada sábado hablando sobre la Encíclica y también en talleres impartidos a colegios sobre concientización ambiental.
 
El Movimiento Católico Mundial por el Clima, define la conversión ecológica como la «transformación de los corazones y las mentes hacia un mayor amor a Dios, a los demás y a la creación. Es un proceso de reconocimiento de nuestra contribución a la crisis social y ecológica y de actuar de manera que se alimente la comunión: sanando y renovando nuestra casa común». Indudablemente a nivel personal y en mi corazón se ha gestado esta conversión tal y como lo apunta el Papa Francisco “Una conversión ecológica «debe traducirse en formas concretas de pensar y actuar más respetuosas con la creación» porque he cambiado estilos de vida: no usando bolsas plásticas, no usando pajillas, evitando el uso de plásticos, cuidando mejor el recurso del agua en mis actividades cotidianas, así como el uso de energía.



Luego, 2021 opté por inscribirme al curso de Animadores Laudato Si´, espacio que contribuyó a entender las causas fundamentales de la crisis climática, así como facilitarme las herramientas que necesitaba para liderar en mi espacio de Pastoral Juvenil y JPIC para llevar Laudato Si’ a la vida.

En el capítulo de Honduras me he sentido sumamente feliz por remar en la misma corriente y por encontrarnos con un mismo punto en común y logrando una conversión en comunidad.
 
A continuación, adjunto algunos espacios en los que he tenido la oportunidad de participar representando al Movimiento Laudato Si en mi país. Es así, como desde entonces, he estado muy involucrada con temas ambientales. Hasta el momento se ha convertido en “mi diario vivir”. Opté por dedicarle un ratito, a dedicarle mis ratos libres, dedicarle mis fines, y hasta un poco de desvelo. He optado por diversos cursos, ensayos, participaciones de pequeñas ponencias, programas de radio, charlas de educación ambiental a escuelas y colegios, foros, etc. ¡he aprendido un montón! indudablemente el camino Laudato Si es tan extenso, aplicarlo desde mi área de trabajo es muy enriquecedor y gratificante, indudablemente es un recorrido muy fascinante. ¡Nos encontramos pronto! Paz y bien.
 
Conoce más de nuestro Capitulo en Honduras: https://bit.ly/3OttKVT
 
Bibliografía
Francisco. Encíclica Laudato Si’ sobre el cuidado de la casa común. Ciudad del Vaticano: Librería Editrice Vaticana, 2015