DISCAPACIDAD, NO INCAPACIDAD: LAS PERSONAS SORDAS.
Breve reflexión sobre la comunidad de personas sordas.
Las personas sordas están creadas a imagen y semejanza de Dios y tienen un lugar especial en la sociedad, no son seres humanos inferiores a los demás a pesar de su condición. Mi interacción con la comunidad Sorda me ha traído una gran conciencia de que ser discapacitado no es una incapacidad. Han tenido dones y talentos que pueden compartir con la comunidad. Hoy en muchas comunidades ser sordo o incluso provenir de una familia sorda está asociado con el pecado o un error cometido en el pasado como resultado los oyentes tienden a discriminar e ignorar a los no oyentes. la Familia es considerada maldita. Debido a la discriminación, tal familia termina escondiéndose de la comunidad o encerrando al niño/a sordo en la casa para evitar la interacción con los demás.
Construir una comunidad inclusiva es respetar y reconocer la humanidad en lugar del estado físico de las personas, ser testigo se trata de cerrar la brecha entre las comunidades oyentes y sordas. La discapacidad no es un castigo de Dios Cada uno de nosotros está dotado de dones y talentos, y la iglesia está lo suficientemente abierta para acoger a cada persona “ustedes son mis amigos” Juan 15:14, hacer que los sordos se sientan como en casa es incluirlos en las actividades de la iglesia.”
Hay una gran diferencia entre oír y no oír, estos dos grupos ven el mundo de dos maneras diferentes, y a veces hay prejuicios en estos dos grupos, el Papa Francisco declara que todos somos testigos y nadie está excluido de imitar a Cristo que es el modelo de la Misión. “Que todos los niños vengan a mí” nadie está excluido en la Viña de Dios. Cada uno en particular tiene dones y talentos que estamos llamados a compartir con los demás. Me he dado cuenta que a pesar de ser un grupo pequeño tienen mucho que aportar a la sociedad, mostrándonos que ser Sordos no es un impedimento para ser testigos de Cristo en su forma de vida. El clip ayuda a tender un puente entre la comunidad sorda y la oyente, manteniendo que todos somos creados a imagen de Dios y que ningún ser humano es superior a los demás a pesar de los desafíos físicos.
La misión tiene que ver con el Amor, la Misericordia, el Perdón, la Paz y la Bondad, todos estos son valores del evangelio que nos ayudan a salir de nosotros mismos para alcanzar a los demás y considerar a los demás como importantes. relacionarse con los demás, estos valores son valores centrales del cristianismo que testimonia que proviene de nuestra fe. A diferencia de la comunidad judía que excluyó cualquier forma de discapacidad en la participación en funciones religiosas. Estamos llamados a romper esta cadena de división y ver la bondad en los demás tal como Dios los ve.