Hidroponía en las alturas 
¡Cultivando esperanza en Comas!

Argentina Saavedra Macawili

En un entorno árido con acceso limitado al agua potable, como las partes altas de Comas, Lima Norte, surge la pregunta: ¿por qué optar por la hidroponía? Esta cuestión fue central cuando presentamos nuestro proyecto en el seminario "Custodios de la Casa Común en Acción", organizado por la Red Eclesial PanAmazónica – Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP) y la Conferencia de Religiosos del Perú (CONFER) el año pasado.


En el sector Año Nuevo del distrito de Comas, Lima Norte, donde se han establecido diversas ollas comunes y comedores populares para enfrentar la escasez de alimentos nutritivos entre las familias de escasos recursos, la dependencia de la ayuda estatal y donaciones los hace extremadamente vulnerables a cambios políticos, económicos y climáticos, como los desencadenados por la pandemia de COVID-19.


Esta crisis alimentaria en Perú refleja una crisis socio-ambiental más profunda. Las comunidades agrícolas se enfrentan a problemas derivados de la contaminación del suelo y el agua por agroquímicos, tóxicos y metales pesados procedentes de actividades extractivas como la minería y el petróleo. Además, muchos agricultores abandonan sus tierras debido a la alta inversión y bajos rendimientos causados por plagas, condiciones climáticas y otros factores. El monocultivo ha dejado los suelos infértiles y ha contribuido a altas tasas de anemia en el país.


En su discurso durante la 42ª sesión de la Conferencia de la FAO, el Papa Francisco enfatizó la importancia de sistemas alimentarios resilientes, inclusivos, sostenibles y capaces de proporcionar dietas saludables y accesibles para todos. Subrayó que, "aún afectados por la crisis sanitaria, económica y social provocada por el Covid-19", muchos carecen de acceso a alimentos adecuados en calidad y cantidad.


Desde la azotea, sembrando semillas de esperanza

El proyecto de soberanía alimentaria del Grupo Local de Perú se centra en apoyar ollas comunes y comedores populares en las zonas altas de Comas. Más allá de la soberanía alimentaria, la conversión ecológica representa un camino hacia un sistema alimentario sostenible y justo. Este proyecto busca concientizar a la población sobre la ecología integral y formas de mitigar los efectos del cambio climático en la alimentación, asegurando así la seguridad y soberanía alimentaria. El objetivo es fortalecer un sistema alimentario más justo, solidario y sostenible mediante prácticas agrícolas innovadoras basadas en valores de equidad, resiliencia y cuidado de la creación.


La hidroponía, una técnica de cultivo sin suelo que utiliza soluciones minerales en agua para nutrir las plantas, emerge como una solución eficiente e innovadora en lugares con acceso limitado a tierra fértil y agua potable, como las partes altas de Comas. Requiere menos agua que la agricultura tradicional y permite un control preciso de los nutrientes, aumentando así la productividad agrícola y reduciendo el impacto ambiental. Los huertos hidropónicos pueden instalarse en espacios reducidos, ideales para áreas urbanas densamente pobladas con escasos recursos naturales.


En respuesta, nos capacitamos en hidroponía y establecimos un proyecto piloto en la azotea de nuestra casa, donde impartimos capacitaciones y talleres ecológicos al público en general. Hemos compartido talleres en la Parroquia, en la vecindad y con los niños. Junto con José Ángel Medina y Mariela López Vásquez como voluntaria, colaboramos estrechamente con líderes de ollas comunes y comedores populares para avanzar en el proyecto de soberanía alimentaria. Comenzamos en diciembre pasado con sesiones de concienciación y talleres prácticos sobre hidroponía, con la meta de establecer un huerto comunitario cerca de sus comunidades.


El proyecto de huertos hidropónicos en Comas representa nuestro compromiso con la justicia, el respeto a la dignidad humana y la ecología integral, conforme a las orientaciones de la Asamblea General. Al alinearse con uno de los siete objetivos de Laudato Si’, la respuesta al clamor de los pobres, este proyecto busca empoderar a las comunidades vulnerables proporcionándoles acceso a alimentos saludables y sostenibles, así como conocimientos y habilidades para la autosuficiencia, fortaleciendo su resiliencia ante las adversidades.


Como misioneros, creemos en el poder transformador del amor y la solidaridad. Nuestra labor está inspirada por el llamado de nuestra fe a cuidar de la creación y apoyar a los más vulnerables. En palabras del Papa Francisco en Laudato Si’: "No existen dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambiental". Al trabajar juntos en proyectos como este, respondemos a este llamado actuando con valentía y compasión, promoviendo una ecología integral que beneficie a todos.


Esta invitación se extiende a todos nosotros. Sigamos siendo custodios de nuestra casa común, inspirados por nuestra fe y comprometidos con un mundo mejor para las generaciones futuras.

* Argentina Saavedra es una misionera laica originaria de Baganga, en Filipinas. Fue misionera en Honduras y luego fue enviada a Perú, donde trabaja desde 2017.

Hidroponía

La hidroponía, una técnica agrícola sin suelo que utiliza soluciones minerales en agua para nutrir las plantas, ha demostrado su eficacia en lugares donde el acceso a un suelo fértil y al agua potable es limitado, como en los altos de Comas. Requiere menos agua que la agricultura tradicional y permite un control preciso de los nutrientes, aumentando así la productividad agrícola y reduciendo el impacto en el medio ambiente. Los jardines hidropónicos pueden ser instalados en pequeños espacios, lo cual es ideal para las zonas urbanas densamente pobladas donde los recursos naturales son escasos.


Reflexión bíblica

El compromiso misionero del grupo local de la SMÉ se armoniza bien con la parábola de la semilla de mostaza según el evangelio de Mateo (13, 31-32). Una semilla muy pequeña se convierte en un árbol que permite a los pájaros hacer sus nidos en él. Ocupándose de la soberanía alimentaria, se responde actualmente al llamado de Jesús a los discípulos ante la multitud hambrienta en un lugar desértico, lejos de la abundancia de la ciudad: «Denles ustedes mismos de comer» (Marcos 6, 37).