La creación y el cuidado de la AmazoníaSemillas de esperanza
La Amazonía, un don maravilloso de Dios. Este vasto y rico ecosistema es uno de los pulmones del mundo, una fuente de vida y biodiversidad, y una tierra sagrada para tantas comunidades indígenas.
La creación a la luz del Evangelio
El Evangelio nos recuerda constantemente nuestro llamado a ser custodios de la creación. En el libro del Génesis, se nos dice que Dios vio todo lo que había hecho, y era muy bueno (Gn 1,31). Esta bondad inherente de la creación nos llama a protegerla y respetarla. Jesús mismo, en su ministerio, nos mostró cómo vivir en armonía con la naturaleza, utilizando imágenes del campo, de los pájaros y de las flores para enseñarnos sobre el Reino de Dios (Mt 6,26-30).
Pensamientos del Papa Francisco sobre la creación
El Papa Francisco, en su encíclica Laudato Si', nos llama a una conversión ecológica, a redescubrir nuestra relación con la creación y con todos los seres vivos. Nos dice: “Somos polvo de la tierra, nuestro mismo cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura” (Laudato Si', 2). Esta íntima conexión nos recuerda que cualquier daño a la naturaleza es un daño a la humanidad misma.
El Papa también nos habla de la Amazonía como un lugar donde la creación se manifiesta en todo su esplendor, pero también como una región que enfrenta graves amenazas. En el Sínodo de la Amazonía, nos instó a escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres, reconociendo que ambos están profundamente interrelacionados.
La importancia del cuidado de la Amazonía
La Amazonía es crucial no solo por su biodiversidad sino también por el papel vital que juega en la regulación del clima global. La deforestación, la explotación indiscriminada de recursos y el desplazamiento de comunidades indígenas no solo destruyen la naturaleza, sino que también socavan la justicia y la dignidad humana.
Como cristianos, estamos llamados a ser semillas de esperanza en medio de estas dificultades. Cada acción de cuidado, cada esfuerzo por proteger y restaurar la Amazonía, es una semilla que puede crecer y dar fruto. Nuestro compromiso con la justicia ecológica y social es una respuesta al amor de Dios por toda su creación.
Inspirados por el Evangelio y guiados por las enseñanzas del Papa Francisco, hagamos de nuestras vidas un testimonio de esperanza y cuidado. Que nuestras acciones diarias reflejen nuestro compromiso con la creación, protegiendo y nutriendo la Amazonía y todos los ecosistemas de nuestro planeta.
Que María, nuestra madre, que supo vivir en armonía con la creación, nos guíe y acompañe en este camino. Y que seamos siempre semillas de esperanza, plantadas en el amor de Dios y creciendo en el cuidado de nuestra casa común.
* Jose Domingos Barão es un sacerdote de la Sociedad de Misiones Extranjeras de Quebec. Nació en Tefé, estado de Amazonas, en el corazón de la Amazonía brasileña. Después de un período de ministerio pastoral en Kenia, ahora es el párroco de la comunidad "Paróquia Nossa Senhora das Dores", en Manaus.