Novena del Centenario - Día 8

“Tenemos tanto por lo que estar agradecidos”
(1ra de Tesalonicenses 5, 18)

Desde 1921 la Sociedad de Misiones Extranjeras de Quebec está al servicio del Evangelio.
Estamos cumpliendo 100 años, queremos celebrar juntos el recorrido de nuestro compromiso misionero. Celebramos el dinamismo de nuestra Sociedad Misionera, y con gratitud, recordamos el pasado, renovamos la pasión por vivir la misión en comunión en el hoy de la historia, y reavivamos la esperanza en el futuro.
Dirigida a: miembros y asociados, antiguos miembros y asociados, candidatos y seminaristas en formación, afiliados, amigos, miembros de nuestras iglesias locales y/o comunidades, jóvenes que forman parte de nuestras redes, y personas de buena voluntad que quieran unirse en esta acción de gracias a Dios por el dinamismo y renovación de nuestra Sociedad Misionera.


Día 8

 
Lectura Bíblica: Lc. 10,21 

“Gracias Padre por haber revelado estas cosas a la gente sencilla” 


Oración 

Gracias te damos Señor por revelarnos tu infinito amor reflejado en los diferentes pueblos y culturas, y por tu gentileza de llamarnos a colaborar en tu misión, llevando esperanza a los desesperanzados, llevando tu amor al abandonado, llevando una sonrisa al que está triste; porque bien aventurado es aquel que camina junto a tu pueblo y en su sencillez te reconoce.

 
Compromiso:
Te invitamos que el día de hoy tomes unos minutos de tu tiempo y envíes un WhatsApp a una persona que tú conozcas que esté pasando por dificultades, envíale un mensaje lleno de esperanza, amor, fe y/o alegría; deja en los comentarios un emoticón que refleje el mensaje que enviaras. 





 

Oración del Centenario.
 

Dios siempre fiel,
“¿A quién enviaré?” – nos preguntas.
En este camino, en esta misma barca,
donde estamos todos,
te respondemos:
“Aquí estamos, Señor, envíanos”. (Is. 6,8)
 
Tu Espíritu nos empuja y atrae,
nos anima y envía en misión
al mundo y a todos los pueblos.
Es tu amor perenne
el que nos mueve a
“correr el riesgo del encuentro
al servicio del Evangelio”.
 
En el hoy de la Iglesia y de la historia,
aquí estamos, Señor, envíanos.
Somos una pequeña Sociedad Misionera que,
humilde y llena de desafíos,
quiere ser participe en la transformación
de los corazones,
mentes, cuerpos, sociedades y culturas,
en todo tiempo y lugar.
 
Aquí estamos, Señor,
al servicio de tu Evangelio,
para testimoniar tu amor
y tu salvación,
atentos a las necesidades de pan y justicia,
libertad y trabajo, dignidad y paz
de nuestros hermanos y hermanas,
así como al cuidado de toda tu creación.
 
Aquí estamos, Señor, envíanos,
a sembrar esperanza,
a construir un mundo nuevo,
a llevar tu palabra y descubrir tu presencia
en todos los pueblos y culturas.
 
Saliendo al encuentro,
proclamamos que eres
el Dios eternamente misericordioso,
cuyo amor dura por siempre.
 
Que la Virgen María, primera discípula y misionera,
ruegue por nosotros, ahora y por siempre. Amén.