Peregrinos de esperanza: ¡Tu vida es un don para el mundo!

Pedro Emilio Ramirez Ramos, pmé

El Espíritu nos sorprende nuevamente! Celebramos la elección del Papa León XIV, nuevo Obispo de Roma, venido de Chicago, Estados Unidos. Con gratitud, reconocemos su llamado a ser «buen pastor al estilo de Jesús», justo en esta Fiesta del Buen Pastor 2025. Un día para recordar con cariño el pontificado del Papa Francisco —a quien seguimos extrañando— y su mensaje histórico desde el Policlínico Gemelli, publicado el 19 de marzo, día de San José.

“Muchos jóvenes se sienten perdidos ante el futuro”

El Papa Francisco lo dijo claro: la incertidumbre laboral, la crisis de identidad y el ruido digital oscurecen el camino de las nuevas generaciones. Pero Dios no calla: «¡Eres amado, llamado y enviado!». En un mundo de guerras y algoritmos, Cristo nos repite: «Tu vida no es un “mientras tanto”… ¡eres el ahora de Dios!» (Christus Vivit, 178).

La vocación misionera es tarea de TODOS

Para ustedes, los jóvenes:

Sean protagonistas con el Espíritu Santo. “Miren a los santos y beatos jóvenes que respondieron con alegría a la llamada del Señor: santa Rosa de Lima, santo Domingo Savio, santa Teresa del Niño Jesús, Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati. Cada uno de ellos vivió la vocación como un camino hacia la felicidad plena, en la relación con Jesús vivo”.

Para la Iglesia:

Acompañemos con audacia, como guías que escuchan y confían en “el sueño de Dios para cada joven”. Toda vocación —laical, ordenada o consagrada— es un rayo de esperanza.

Desde la Sociedad de Misiones Extranjeras de Quebec:

Te lanzamos el desafío: ¡proclama con fuego que “Cristo vive y te quiere VIVO”! Como dijo el Papa Francisco: “La esperanza en Dios no defrauda. Él guía cada paso de quien se confía a Él”.

3 claves para ser peregrino de esperanza

1. Escucha en silencio:

¿Qué sueña Dios para ti? Detén el ruido. En el silencio nace la misión. “El mundo necesita jóvenes que sean peregrinos de esperanza, valientes en dedicar su vida a Cristo y llenos de la alegría por el hecho mismo de ser sus discípulos-misioneros”.

2. Sirve en las periferias:

Lleva luz donde más duele. ¡El amor se mide en sacrificio concreto! “La Iglesia necesita pastores, religiosos, misioneros y matrimonios que sepan decir ‘sí’ al Señor con confianza y esperanza”.

3. Camina en comunidad:

Nadie responde solo. “La vocación crece donde hay comunidad que cree, ama y espera”. La vocación nunca es un tesoro que se queda encerrado en el corazón.

Dos preguntas finales para ti:

  • ¿En qué periferia existencial (física o espiritual) sientes que Cristo te llama a ser sal, luz y levadura?
  • ¿Cómo hacer de tu vida diaria —estudios, trabajo, amistades, recreación— un don de amor esperanzado?

¡La aventura de la salida misionera te espera!

La Iglesia necesita tu fuego. El mundo clama tu esperanza.

¿Listo para ser peregrino y misionero de esperanza? 

Contáctanos si te gustaría saber cómo ser don para el mundo.

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