El recorrido de los atletas refugiados y migrantes: Olimpiadas sin fronteras

Service d'Animation Missionnaire

Los Juegos Olímpicos de París 2024 están en marcha, un evento que reúne a atletas que han dedicado años, e incluso toda una vida, para competir con dignidad y destreza, representando a sus países. Sin embargo, ¿sabías que muchos atletas se han visto obligados a abandonar su tierra natal debido a razones políticas, de género, violencia y conflictos armados?


El Equipo Olímpico de Refugiados del Comité Olímpico Internacional (COI), que competirá por tercera vez en los Juegos Olímpicos (JO), representa a millones de personas que han sido desplazadas por la fuerza en todo el mundo. Según ACNUR, se estima que, para septiembre de 2023, alrededor de 114 millones de personas habrían sido obligadas a abandonar sus hogares en todo el planeta.


Este equipo está compuesto por treinta y seis atletas de 11 países diferentes, acogidos por 15 Comités Olímpicos Nacionales y compitiendo en 12 disciplinas deportivas en los Juegos de París 2024 como miembros del Equipo Olímpico de Refugiados del COI. Su participación en los JO no solo resalta su capacidad de enfrentar y sobreponerse a las dificultades, sino que también envía un mensaje inspirador a los millones de personas desplazadas en todo el mundo. Estos atletas nos muestran que, a pesar de las adversidades, es posible alcanzar metas extraordinarias y mantener viva la esperanza.


Es crucial que, como misioneros, mantengamos nuestra solidaridad con los migrantes y refugiados en medio de la crisis migratoria actual, donde las tensiones han llevado al cierre de fronteras y a políticas migratorias más estrictas. Por eso, estos atletas nos inspiran a ser modelos de acogida y compasión. Nos instan a construir puentes en lugar de levantar alambradas y muros, a tender la mano en lugar de enviar buques de guerra. 


La presencia de estos atletas refugiados en los JO de París 2024 nos recuerda la importancia de ofrecer oportunidades y apoyo a aquellos que han experimentado el desplazamiento forzado. Nos invita a ser promotores de la reconciliación y la paz, a abrir nuestras puertas y corazones a quienes han tenido que abandonar sus hogares en busca de seguridad y una vida mejor.


El Papa Francisco, en su carta para la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2024, nos recuerda que muchos emigrantes experimentan a Dios como compañero de viaje, guía y ancla de salvación. Se encomiendan a Él antes de partir y acuden a Él en situaciones de necesidad. En Él buscan consuelo en los momentos de desesperación. Gracias a Él, hay buenos samaritanos en el camino. A Él, en la oración, confían sus esperanzas. “Imaginemos cuántas biblias, evangelios, libros de oraciones y rosarios acompañan a los emigrantes en sus viajes a través de desiertos, ríos y mares, y de las fronteras de todos los continentes” - afirma.


Recorriendo en solidaridad


Dios, que camina con su pueblo, también acompaña a todos los migrantes y refugiados que llevan consigo su arte, fe, tradiciones, habilidades e incluso su amor por el deporte. Su presencia en nuestras comunidades enriquece nuestra diversidad y nos brinda la oportunidad de practicar la hospitalidad, la acogida y el servicio desde el amor y la caridad, valores bíblicos arraigados en nuestra fe.


En un mundo donde las políticas migratorias se vuelven más restrictivas y se erigen cercos, alambradas y muros, es aún más crucial que mostremos solidaridad con las personas migrantes. Debemos ser conscientes de las dificultades que enfrentan en su travesía, y estar dispuestos a tender una mano amiga en lugar de lanzar más ladrillos para los muros. La hospitalidad se encuentra en el corazón de nuestra fe, y debemos recordar el llamado bíblico a amar al extranjero como a nosotros mismos.


La solidaridad con las personas migrantes implica no solo ofrecerles apoyo material y físico, sino también brindarles un entorno acogedor y seguro donde puedan reconstruir sus vidas. Debemos esforzarnos por comprender sus historias, escuchar sus voces y respetar su dignidad como seres humanos. Al hacerlo, nos convertimos en verdaderos samaritanos, testigos de nuestro compromiso con los valores evangélicos.


En esta hora de crecientes tensiones, donde los refugiados y migrantes están en el centro de las agendas, debemos recordar las palabras del Papa Francisco, quien nos invita a ver en los migrantes de nuestro tiempo una imagen viva del pueblo de Dios en camino hacia la patria eterna: “Sus viajes llenos de esperanza nos recuerdan que nosotros somos ciudadanos del cielo, y esperamos ardientemente que venga de allí como Salvador el Señor Jesucristo”. Que nuestras acciones reflejen el amor de Dios y sean un testimonio vivo de nuestra fe en acción. Que en cada encuentro con un migrante o refugiado, podamos ver a Cristo mismo y responder con generosidad y compasión.

¿Cómo podemos trabajar para fomentar un ambiente de inclusión y apoyo para los atletas refugiados en los Juegos Olímpicos y en la sociedad en general? 

¿Cómo podemos reflejar la solidaridad con los migrantes y refugiados a través de nuestras acciones y oraciones, en línea con el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2024?



Referencias:
https://www.acnur.org/noticias/comunicados-de-prensa/el-equipo-olimpico-de-refugiados-del-coi-representara-mas-de-100-millones-de-personas-desplazadas
https://www.vatican.va/content/francesco/es/messages/migration/documents/20240524-world-migrants-day-2024.html

Para saber más: Equipo Olímpico de Refugiados del Comité Olímpico Internacional
https://olympics.com/en/olympic-refuge-foundation/refugee-team