10th Anniversary- Fr Denis 


IS CUATRO BENDICIONES SORPRENDENTES... DENIS CARRIER, PMÉ

Hace ya un par de años que soy vicario de la parroquia de San Miguel, en Sihanoukville (Camboya). Es una bendición estar aquí. Diría que uno de mis mayores problemas es que a veces olvido las muchas bendiciones que estoy recibiendo. Sólo el hecho de estar aquí con estas hermosas personas, enviadas por mi Iglesia de origen para dar testimonio del mensaje del Evangelio y traducirlo al idioma de hoy, es una abundancia de gracia. Amar a Cristo y darlo a conocer a los demás es una bendición increíble que he recibido y creo que es la mayor de todas las que tenemos como hermanos cristianos.
 
Como vicario, mi primera responsabilidad es estar al servicio de esta comunidad católica con mi párroco y el equipo pastoral. Aquí viene mi segunda bendición. Me gusta mucho nuestro equipo pastoral. Somos un gran equipo enraizado en Jesucristo. Tenemos nuestro tiempo de oración, nuestro tiempo de servicio a la comunidad, nuestro tiempo de recreación y nuestro tiempo de reconciliación, que también necesitamos. 



Nuestro equipo misionero local es también otra gran bendición. Cada vez que vuelvo a Phnom Penh para una reunión u otro motivo, es como si volviera a casa con mi familia. Son mis hermanos y hermanas y les quiero. Quizá debería decírselo más a menudo.
 
Mi tercera bendición es vivir con los jemeres. Es muy enriquecedor para mí vivir entre ellos en la parroquia. Tenemos una familia y muchos jóvenes que viven con nosotros en el recinto de la iglesia. Son gente muy relacional y sonriente. También son respetuosos y educados. Utilizan mucho el lenguaje corporal para expresarse y conocer mejor al otro. A menudo utilizan el silencio como respuesta a la hostilidad, lo que está muy bien la mayoría de las veces... pero no siempre. Aprendo mucho a calmarme y a pensármelo dos veces antes de hablar cuando surge la tensión.

La Madre Teresa solía decir que una de las cosas más importantes de nuestra vida es hacer las pequeñas cosas con gran amor. Mi cuarta bendición es que este pueblo camboyano me está enseñando a buscar la calidad del tiempo antes de hacer las cosas por ahí. Aprender el ''estar con'' es impresionante. Debido a su tradición budista y a su difícil experiencia pasada con el genocidio, esta gente conoce la importancia de vivir el momento presente.
 
Para mí es un largo proceso desprenderme de la seguridad en el futuro y vivir más el presente con mis límites y mi pobreza en busca de una armonía real con todos y todo lo que me rodea. El verbo "hacer" me da la sensación de ser un buen misionero, pero el verbo "ser" me ayuda a comprender mi verdadera misión tras las huellas de nuestro Señor Jesucristo para responder cada vez más a la voluntad del Padre, un compromiso de por vida.


Hay muchas otras bendiciones de las que podría escribir y de las que estoy tan llena para Dios. Que el Señor nos ayude a descubrir cada vez más las muchas bendiciones que recibimos día tras día.
P. Denis Carrier (Último artículo escrito para nuestro Boletín, agosto de 2013